martes, 11 de febrero de 2014

Ebria en el vaivén de la vida

Suena el despertador en la habitación de al lado, pi pi pi y la radio empieza a sonar, “son las 7 am una hora menos en canarias..” Me transporto al pasado y a como odiaba ese despertador con su pitido exasperante , con sus malas noticias y el tiempo climatológico que iba a hacer ese dichoso día. Apuraba casa segundo bajo la manta esperando que por alguna razón mis padres se olvidaran de que estaba justo ahí, de que no cayera en que tenía que ir al colegio. Pero eso nunca pasaba, la puerta se abría cada mañana sacándome de ese sueño. Recuerdo que muchas veces corría a esconderme en algún lugar como si pensase que no me iban a encontrar, jugar a las escondidas en cualquier lugar del mundo. Era curioso lo  bien y protegida que me sentía en casa y lo insignificante que me sentía cuando salía del portal, de mi burbuja. Solía imaginarme que tenia súper poderes y podía paralizar el tiempo y que yo corría por las calles sin que nadie reparase en mi presencia, solía imaginar que podía volar sobre los arboles, sobre los edificios, por encima de todo y de todos…pero entonces dejaba de imaginar, plegaba las alas, el mundo volvía a girar y volvía a sentirme sola. “ Cuándo tu dices, que va a suceder “ahora ¿A cuando te refieres exactamente? Veras ya he esperado por mucho tiempo y se ha ido toda mi esperanza “. 10 años después y me siento más identificada que nunca con esta canción, será porque antes ni comprendía su significado, donde quedo la esperanza? Donde quedaron los sueños? Donde quedo soñar que podías volar y no existía nada mas? Quiero embriagarme de la vida, quiero beber un buen vino en algún pub con una luz tenue, “the smiths” de fondo y poesía resonando en las paredes. Una sonrisa en la barra del bar, el amargo y dulce sabor de una cerveza, seguida de una caricia, un beso lento sabor a esta canción que detenga el tiempo en ese justo instante. Una calada a un cigarrillo que se consume tan rápido como las agujas de este reloj, el sabor a cerveza en tu garganta y un suspiro con sabor a embriaguez. Porque no, un poco de vino tinto y otra calada al aire, el cigarrillo casi consumido y la melodía aún sonando entre estas cuatro paredes. La canción acaba, el cigarrillo se consume y la copa de vino se derrama sobre el frío suelo. Ebria de cerveza, de vino, nicotina, de música, bailando la vida como bailo mis días, y ese momento llega a su fin…no espera..vuelvo a darle al play, la melodía vuelve a sonar, otro cigarrillo, otra copa y ese instante se vuelve infinito, y yo ebria en el vaivén de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario