jueves, 21 de octubre de 2021

Semáforos en rojo (4 de septiembre 2022)

Suena la alarma,parece que esté sonando a kilómetros de allí,la pantalla del móvil ilumina el salón, la apago a duras penas. No estoy en mi casa,debo de haber dormido en una postura incómoda porque siento todo el cuerpo agarrotado. Me levanto,demasiado rápido,me mareo,no se si de levantarme demasiado deprisa,por la resaca o porque sigo algo tocada de la borrachera de ayer. Tengo lagunas,algo común en los últimos meses,conversaciones borrosas,recuerdo tener algo de ansiedad,sensación muy parecida a la que estoy teniendo en ese momento. 
Me meto en la ducha,intentando que el agua me quite esa sensación de angustia que me recorre cada poro de mi piel, aparece mi amiga,me pregunta algo y acto seguido abre la mampara para meterse.
Definitivamente aún siento resquicios de alcohol en mi cuerpo. Me visto a duras penas, café,uff no me va a sentar bien. Salimos de casa,la calle desierta,solo se oyen nuestras pisadas en la calzada,es de noche y la luz de las farolas nos saludan al pasar. Metro,casi vacío, Colón,y nos encontramos a una compañera. No estoy muy habladora y esta lo nota. 8 de la mañana, entro a trabajar ,mareo, náusea. Sigo con mi trabajo,punzada en el estómago,me cuesta respirar,ahora en el corazón,me cuesta mantenerme en pie. Entro en el horno,en la cámara y el frío me golpea,no puedo más,me derrumbo,ataque de ansiedad y mi amiga me sostiene,lloro lloro sin parar,de cansancio,de todo el dolor acumulado en este mes,de todas las sensaciones.
En algún momento paro,me separo de mi amiga,le pido perdón,que no sea tonta me dice,me da un beso en la mejilla. Me limpio la cara,salgo del horno,me siento mejor, incluso sonrio,el resto del día lo paso más tranquila. Salgodel curro,15 de la tarde,cojo otra vez el metro,he quedado con unas amigas para comer y pasar la tarde,lo necesito. Por suerte no me pierdo,soy un desastre para los transportes. Cerveza,bravas,risas,ellas. Y entonces un mensaje,Raquel,dice que quiere hablar. No entiendo nada,le contesto,me pregunta si todo está bien,le digo que claro,y así es. Le habla de su nuevo novio,Alejandro creo que se llama,le vuelve a preguntar si está todo bien,ella le vuelve a responder que si. No siento celos ni dolor por esa situación,se pone a pensar en el mes y medio que ha pasado con Raquel,en cómo se volvió todo muy intenso,incluso hasta el punto de decirse que se querían la una a la otra. Y es verdad que la quiere,pero como un sentimiento de amistad,de tenerle cariño. Porque los sentimientos se confunden cuando estás en medio de un huracán,se confunden en cualquier barra del bar con unas copas de más,en cualquier estación de tren.No siento dolor de que se haya acabado sino incluso un poco de alivio,alivio de empezar ahora si a centrarme en mi,de dejar esa huida hacia delante. No me arrepiento de nada de lo pensé o sentí en en ese periodo, ni de los besos a escondidas,ni de los abrazos,ni de las caricias en la espalda,no me arrepiento de las conversaciones al anochecer.. aunque haya olvidado gran parte de ellas,pero si de correr con todos los obstáculos en el camino, de los días difusos a causa del alcohol, de refugiarme en él..Vuelvo a escribir y mientras lo hago suena una canción en el tocadiscos,es alegre, sonríe y desde ese mismo instante sabe que va a dejar de cruzar todos los semáforos en rojo. Que hay que decir adiós para poder cbiar de estación

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