domingo, 15 de diciembre de 2013

Invierno

Me despierto, una luz tenue se filtra a través de la persiana, tú al lado mío duermes tranquilamente. Me quedo mirándote y sonrió, entonces me abrazas y siento que no necesito nada más. Y sueño sin estar dormida, siento tu respiración acariciándome el cuello y un cosquilleo recorre todo mi cuerpo. Podría acostumbrarme a todo esto, a refugiarme en tus brazos cada mañana, a sentir tu respiración, a tus manos acariciándome, a tu voz susurrándome al oído, a esos abrazos de los que no me separaría, a tus besos suaves, intensos, ese aliento que me llena de vida. Me levanto, me dirijo hacia la puerta no sin antes mirarte una vez más, sigues dormido, inocente, eres tú, ¿cuántas veces me he imaginado volver a estar contigo? ¿Cuántas noches te he soñado? ¿Cuántas veces te he perdido al amanecer con cada despertar? Cuantos besos ahogados en botellas y abrazos vacios sin ti mi amor. Encontré lo que es amar en las páginas de mi destino y descubrí que a veces los sueños se cumplen. Este invierno parece que no será tan frio y solo puedo pedirte que no desaparezcas, tu eres el mejor regalo que el destino me ha podido dar. Abrazame en este frio invierno y no me dejes marchar.

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