La noria de la vida gira brillando con luces de neón cada
noche. Cada vagón lleva consigo una
historia endulzada por el algodón de azúcar. La vida en ocasiones a paso lento,
decidido, pausado, para que sientas ese
instante profundo, como un beso en el mar, otras veces se detiene, da vértigo y
solo eres capaz de cerrar los ojos para que pase, que siga girando. A veces
arriba, a veces abajo, así es la vida. Mirar más allá para que lo borroso se
vuelva nítido, respirar profundo y echar una gran bocanada al aire. Sentir cada
beso, cada momento, cada sentimiento como una flor. Mirar a la vida con una sonrisa, porque las
cosas malas nos hacen fuertes y las buenas nos hacen felices, que hay de malo
entonces en vivir? Ahora mismo el cielo está despejado y el sol se alza,
brillando, sobre la noria de la vida.
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