jueves, 19 de septiembre de 2013

Primeras hojas de otoño

Sentada en el banco de un parque como muchas otras veces, con un libro en la mano y música de fondo, como no. Parece otoño, las primeras hojas de final de verano empiezan a caer de los árboles y cubren el suelo con ellas. El sol se filtra a través de los árboles y el aire corre sin rumbo fijo, y le da un respiro al día tan caluroso que hace. Los niños juegan, los perros pasean, los coches pitan y parece un día genial para vivir. Es casi la hora de comer pero no tiene hambre y por otra parte está demasiado a gusto allí, como para meterse entre las 4 paredes de su casa. Así que decide quedarse un rato más, le envía un mensaje a su hermana y le dice que vayan comiendo que ella ira más tarde. Al cabo de un rato una amiga le pregunta si la acompaña a mirar a unas cosas, sigue sin tener hambre y tiene ganas de andar así que acepta. Quince minutos después su amiga y ella caminan hacia el centro comercial que no queda muy lejos. Charlan animadamente y hacen bromas, juegan y algunas personas al pasar se ríen de la situación, otros las miran como si estuvieran locas. Finalmente llegan a su destino, entran, agradecen que el aire acondicionado este puesto dado el sofocante calor que hace fuera y hacen alguna broma de que se piensan quedar ahí a vivir para siempre o algo así. Una vez dentro se ponen a toquetear cualquier cosa que les llame la atención, de hecho no saben si quiera exactamente lo que están buscando. Preguntan a un dependiente que parece estar muy ocupado como para prestarles demasiada atención, aun así les dice que enseguida las ayuda. Después de un buen rato de seguir tocando y mirando cosas y de hacerse unas cuantas fotos en el sección de fotografía, y ver que el dependiente sigue sin hacerles casos deciden irse no si antes amenazar en voz tan baja que solo se escuchaban entre ellas, con ir a otra parte a comprarlo. Salen, el sofocante calor les golpea y apunto están de retroceder. Caminan por el centro donde hay demasiada gente, son aproximadamente las 3 de la tarde, y la gente come y charla animadamente en las terrazas de los bares, otros están haciendo el descanso para comer y comen solos en algún lugar de comida rápida. Por otro lado ves a gente andando deprisa porque no llegan al trabajo, o corriendo para coger un autobús donde seguramente tendrán que estar súper apretados a causa de la mucha gente que hay. El tráfico es demasiado denso en el centro de la ciudad, hay aglomeraciones de coches, se oyen pitos y alguno que otro se salta algún semáforo, cosa que es bastante peligrosa pero al conductor parece que lo único que le preocupa es llegar rápido a su destino. Las 2 chicas en cambio caminar a su paso, normal, sin prisas, hablando y fijándose en la gente, y comentando lo que pasa a su alrededor. Cuando llegan al punto donde se separan sus caminos, se dan un abrazo y se despiden hasta la próxima vez, cada una sigue su camino hacia casa entre el bullicio de la gente y el calor de ese día. La chica ahora si se siente hambrienta, mira el reloj y descubre que le da tiempo a llegar a casa y comer antes de que su padre se vaya. Acelera un poco el paso y se pierde entre las calles del centro de la ciudad.

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