domingo, 7 de enero de 2018

Pensamientos en días grises (18/10/2017) / (Hoy)

Sigo andando por la rutina en que se ha convertido mi vida. El mundo se sigue yendo a la mierda en los telediarios. Los políticos con sus mentiras inundan las noticias y portadas de los periódicos. Un País que se quema convirtiendose en las cenizas del pasado.
Hoy siento como mi cabeza se parte en dos y no tengo energía para hablar del mundo. Como tantas otras veces tengo ganas de salir corriendo, de llegar a la estación y coger el primer tren camino a ninguna parte. Con un libro en el bolso y unos cuantos euros en la cartera. LLegar a un pueblecito, con sus hornos de pueblo,esos que huelen a pan recién hecho y siempre hay una mujer entrañable que te sonríe desde el otro lado del mostrador. Y entonces andar,subir montañas, llegar tan alto que no se puedan oír tus pensamientos,ni el fracaso en el que te has convertido.
Te preguntas una y otra vez,cada mañana en la que el despertador suena y te arranca de lo único que puede alejarte de tu realidad,tu sueños envueltos en una sábana. Te preguntas porqué siempre lo dejas todo a medias. Supongo que como todo, empiezas un proyecto cargado de ilusión,con constancia, esa que has decidido aplicarte tu rigurosamente, Porque sabes que la necesitas es un horario. Pero poco a poco las horas empiezan a quedarse cortas, te faltan minutos en el día, y sin darte cuenta ya te has rendido, o te rendiste hace mucho,nunca llegas a saber en que momento pasó. Y empiezas a estar cansada, te quejas, gritas, pero no haces nada por remediarlo, a veces tu mente te dice: Espabila! Lucha por lo quieres, levantate y esfuérzate por una vez en la vida! Por un breve instante crees en ello, crees que al día siguiente te levantarás, empezarás de cero y todo irá como esa voz que grita en tu cabeza, pero dura tan poco como el segundo que acaba de marcar las agujas de un viejo reloj. Te hundes otra vez,lloras bajo la ducha para que nadie pueda oírte,para que tus lagrimas se disimulen con el agua que corre por tu cuerpo.
La ves a ella, con la sonrisa puesta,con sus hombros cargados de éxitos, te besa, con esos labios que hacen que el mundo se detenga y te hace pensar que nada malo pueda pasar mientras vivas en ellos; te dice que te quiere, y tu por dentro te preguntas como puede quererme, con alguien como ella, que lo ha conseguido todo puede estar conmigo, que no tiene expectativas de conseguir nada, aparte de estas desalentadoras palabras.
Sales un día del trabajo,miras tu cuenta corriente,ohh y con alegria ves que ya has cobrado. Inmediatamente ya sabes donde ir, llegas al centro, abarrotado de gente como siempre, y ahí está girando la esquina. Entras en la librería,e inmediatamente empiezas a ojear los libros,lees las sinopsis,en busca de tu próxima adquisición. Y en ese lugar, rodeada de libros sientes que el mundo de fuera no existe, que podrías pasarte horas allí y aún se te harían cortas. Miras a la dependienta, que en ese momento está atendiendo a un cliente, y te preguntas que habría que hacer para trabajar allí. Ese pensamiento dura solo un segundo,enseguida se disipa, tras darte cuenta de que nunca podrías conseguirlo, por mucho que haya sido bonito pensarlo.

Otro domingo más, ella sale por la puerta y tu inmediatamente empiezas a contar los minutos que faltan para que esa misma puerta se abra y ella entre por ella cargada con la maleta y ese beso que te devuelva a la vida. Te duchas,aunque los domingos nunca hayan sido de duchas. Te maquillas aunque tampoco los domingos hayan sido de maquillarte. Pones una lavadora y...no los domingos tampoco han sido nunca de poner lavadoras. Te dispones a salir, te vistes, pero entonces te das cuenta de que no te apetece ir a ninguna parte. Es el primer día de rebajas y el centro estará abarrotado de gente. Te planteas ir a leer un libro a algún bar, pero donde encontrar uno tranquilo donde poder hacerlo? En la calle hace frio y tu pelo está mojado. Coges una sudadera,te la pones,los pantalones del pijama reposan sobre la cama y no tardas nada en decidir que sí,que eso es lo que te apetece. Vas a la estantería,coges un libro de poemas, los auriculares,una canción de Chaouen, el sofá,la manta, echarte de menos, y eso sí, eso si que es de domingos

No hay comentarios:

Publicar un comentario