domingo, 26 de abril de 2015

Verano de Boda 3006/2015

Aprendí  que la felicidad te la dan los pequeños detalles, que la vida es impredecible y que el amor no hay que buscarlo, llega cuando menos te lo esperas, y de manera diferente para cada uno.  Que la vida puede cambiar en un instante y dar un giro de 180 grados. De todo lo que nos pase en esta vida se aprende, todo vale, todo sirve. Sobre todo de las cosas malas De cada llanto, de cada caída, de cada relación que se pierde en las vías junto al tren en el horizonte. Hay a veces que las relaciones se acaban, se rompen, de repente esa persona con la que pensamos que íbamos a pasar el resto de nuestra vida ya no está, y muchas de esas veces sentimos que la vida se ha desmoronado como un castillo de arena con la primera marea, sentimos dolor en partes de nuestro cuerpo que ni siquiera sabíamos que teníamos, y esa situación puede durar mucho tiempo. Pero un día te despiertas, tiras la sabana al suelo y la galletita de la suerte te dice “hoy no va a pasar nada interesante”, es entonces cuando sin esperarlo conoces a alguien que te hace recuperar el amor propio, una nueva canción resuena entre las paredes, y tu alma se va recomponiendo pedazo a pedazo y todo ese dolor y esa época difusa empieza a desvanecerse. Con esto quiero decir que las mejores cosas de la vida pasan cuando menos te la esperas, José apareció ese día para poco a poco ir llenando los cafés de tus mañanas de buenos días. Abristeis un nuevo libro que poco a poco iréis rellenando de recuerdos y de momentos, ese libro lleva vuestro nombre, empezar con un para siempre. Y tendréis buenos y malos momentos pero estoy segura de os tendréis el uno para el otro para superarlo. Me alegro de que ese día la galletita de la suerte se equivocara y estemos hoy celebrando este día con vosotros. Os queremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario